Disculpadme pero ya hace tanto tiempo desde la última vez que
nos vimos que me cuesta miraros a los ojos. Espero de verdad que podáis perdonarme. Más que un “blog de actualidad”, algunos
ya lo tachan de “red social
desatendida” aunque a mi parecer, yo prefiero
llamarlo “Mi rinconcito; el nuestro,
el de todos”, donde se comparten pensamientos, diferentes
ópticas de un prisma, donde es el “yo
interno” el que suspira, el que transmite las palabras.
Tenéis que
perdonarme, porque ese sencillo ejercicio, el
de escuchar, se ha mantenido oculto éstas últimas tres semanas. El ruido del
día a día impedía escucharlo; el estrés hacía
imposible encontrarlo… como si del ojo del huracán se tratase, donde aparente
tranquilidad coexistía con un ambiente enrarecido y donde
apenas podía discernirse el día de la noche. Pues
bien: he de reconoceros que éstas últimas tres semanas he sido esclavo
de ese día a día. Siendo discípulo de la
propia vida, incapaz de autodirigirme. ¿saben
que he conseguido? Perder tres semanas de mi vida.
Les aseguro que el haberlas perdido, me ha permitido volver a reencontrarme
con ese niño del que nunca debí deshacerme.
Una terapia peligrosa, para los que muchos no hayáis visto la película,
cuenta la historia de uno de los gangster más poderosos de Nueva York: Paul Vitti
(interpretada por el gran Robert de Niro).
Paul Vitti ha crecido en el mundo de la mafia
y ha sido preparado para asumir todo tipo de responsabilidades. El problema nace cuando llegado el momento de
dirigir a la gran familia, empieza a tener
problemas de respiración: no puede dormir, se
muestra distante, preocupado, y sufre ataques de pánico por el miedo a
enfrentarse a su realidad. Para ello necesitará la ayuda del psiquiatra Ben
Sobol (Billy Cristal), quien le ayudará a encauzar nuevamente su camino.
Este post nos va a ayudar a
reencontrarnos nuevamente en el camino. El 8
de octubre de 1985 nació un pequeño
“principito” al que espero que entre todos juntos podamos encontrarlo. Cada uno
de vosotros tenéis un principito con una fecha diferente. Este es nuestro yo
interno, con sus miedos, sus sueños, inquietudes
y quien debe emerger nuevamente a la superficie y anteponerse su magnifico
hilo de voz, al estruendo ruido de la sociedad.
Dicen los grandes sabios, que para
tener problemas no hace falta pedir ayuda: es una pérdida
de tiempo. Es mucho más sencillo sonreír a la vida y afrontar con ACTITUD los
problemas porque,
como dicen otros grandes sabios (en este caso mis padres)
el único problema que no tiene solución en esta vida es la MUERTE
y todos, cada uno de nosotros, hemos de pasar
por esa etapa. Entonces: ¿por qué
anticiparla?.
Tras éste periodo sombrío, gris y triste de ánimo
y de apariencia “loser”
de tres semanas, me ha servido para darme cuenta que por muy largo que sea el
Túnel, al final siempre está la luz y qué llegados a este punto, ¿Porqué ver
los toros desde la barrera, pudiendo bajar a la arena a enfrentarse a ese Toro,
para el que llevas toda tu vida preparándote?
En álgebra dicen que una operación
binaria es conmutativa cuando el orden de los factores no altera el producto.
Si ese factor lo trasladamos a la vida, a la
ciencia social, nos daremos cuenta que dicha combinación no cumple. Veámoslo
por ejemplo en este juego de dos palabras: VIDA-TRABAJAR. Obviamente no es lo
mismo trabajar para vivir, que vivir para trabajar.
Como
bien decíamos antes, la MUERTE es una etapa por la que cada uno de nosotros
hemos de enfrentarnos. En vez de verlo cómo algo negativo, hay que darle la
vuelta y plantearlo como la oportunidad que
tenemos de VIVIR y de hacer cosas, INDEPENDIENTEMENTE de la longitud del camino, pues a éste tenemos
que ofrecerle calidad. El tiempo no es cuantitas
sino cualitas. Tenemos una maravillosa oportunidad de cambiar el rumbo y
dejar huella.
Discúlpenme la redundancia en mis
palabras, pero yo elijo “pasar por la vida” y ser yo el propio director quien
de sentido a esta maravillosa sinfonía. Convierta mis acciones en
fantásticas notas musicales dibujadas en el pentagrama..
Siempre daré las gracias a mis
profesores no por enseñarme la tabla de multiplicar, el tratado de Masstricht, las políticas Monetarias o el verbo to be, sino por regalarme la verdadera razón a qué todo
en la vida puede cambiarse y para ello siempre habrá una primera vez. Si no, que se lo pregunten a Dick Fosbury:
el
primer saltador de listón que utilizó
una técnica diferente para saltar y pasar el listón.
Él, lo hizo de espaldas.
"Nunca dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo. Si tienes un sueño debes protegerlo. Si alguien no puede hacer algo te dirá que tú tampoco puedes. Si quieres algo ve tras ello. Punto"
"Nunca dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo. Si tienes un sueño debes protegerlo. Si alguien no puede hacer algo te dirá que tú tampoco puedes. Si quieres algo ve tras ello. Punto"