lunes, 24 de febrero de 2014

NO ME CHILLES QUE NO TE VEO; (1ª PARTE)





¿De qué sirven los ojos, si no ves más allá? Cuenta un proverbio Árabe que; “Los ojos no sirven de nada a un cerebro ciegoProbablemente muchos de vosotros estaréis de acuerdo con tal afirmación. En muchos momentos de la vida, nuestra  capacidad de visión puede verse distorsionada como consecuencia algunas veces del propio miedo o el desconocimiento.

La diferencia de afrontar un problema como amenaza o una oportunidad es sólo cuestión de perspectiva. Que me perdonen los “Maestros” de “proverbios Árabes”, pero me gustaría alterar los factores y añadir que; <<De nada sirven los ojos ante un cerebro ciego, y dicha mirada no cobra sentido con un corazón vacío>> ¿Quién dijo que lo racional fuera lo correcto? En muchas ocasiones <<Lo esencial es invisible a nuestros ojos>>

No me chiles que no te veo es el título de la película de Arthur Hiller, en la cual, los principales protagonistas; Wally es ciego y Dave es sordo, ambos testigos de un asesinato y  principales sospechosos. A partir de ahí su vida cambiará, tendrán que trabajar juntos y prestarse ayuda mutuamente para probar su inocencia. Wally prestará sus oídos a Dave y éste sus ojos a Wally.

La elección del título nos sirve para contar como el binomio entidad-cliente en muchas ocasiones gira en sentido opuesto; La “Entidad” en ese caso juega el papel de “Dave”, sus ventas están completamente orientadas a productos, sin importar cuáles son las verdaderas necesidades de su cliente no sólo en el corto sino también en el largo plazo, simplemente “NO escuchan”. Por otro lado está “Wallly” ;“El cliente”. Sólo ve números y rentabilidades, cuándo en realidad ni comprende la estructura ni funcionamiento del producto y sólo sabe decir: “En la otra  Entidad me garantizan un 5%” ¿Te garantizan? ¿What did you mean?

¿Saben cuál es el valor añadido de una entidad financiera? ¿Sus Productos? ¿Core Capital? ¿Rating? NO; Obviamente es importante su ratio de solvencia, su calidad crediticia, etc etc, pero su principal valedor sin ninguna duda es su Capital humano. Lo que verdaderamente diferencia una entidad de otra son sus GESTORES.

¿Todavía cree que poseen productos exclusivos en el Mercado? Usted hoy en día puede comprar CARMIGNAC, TEMPLETON, MORGAN, PIMCO,… en cualquier entidad; “Arquitectura Abierta”. La diferencia estará en la gestión orientada a necesidades, por eso el valor añadido de cualquier gestor, es su CLIENTE. Una relación basada en la CONFIANZA.

Desde mi punto de vista, nadie sabe con exactitud que va a ocurrir en los mercados. Cómo en todo, hay “gurús” que dicen poseer la bola de cristal. Si fuera así las apuestas serían infinito a cero, y no encontraríamos contrapartida. Para que uno pueda comprar, otro tiene que vender y las estrategias de uno y otro son totalmente opuestas; Oferta y Demanda. En el próximo post, entraremos en profundidad en productos y veremos cómo todo se resume en dos ideas: NECESIDADES y CONOCIMIENTO.

Antes de despedirnos, permítanme compartir con todos ustedes, un pequeño fragmento de “Le Petit Prince” de Antoine de Saint-Exupéry, el cual nunca deberíamos de olvidar:

Mi vida es monótona. Cazo gallinas, los hombres me cazan. Todas las gallinas se parecen y todos los hombres se parecen. Me aburro, pues, un poco. Pero, si me domesticas, mi vida se llenará de sol. Conoceré un ruido de pasos que será diferente de todos los otros. Los otros pasos me hacen esconder bajo la tierra. El tuyo me llamará fuera de la madriguera, cómo una música. Y además, ¡Mira! ¿Ves, allá, los campos de trigo? Yo  no como pan. Para mí el trigo es inútil. Los campos de trigo no me recuerdan a nada. ¡Es bien triste! Pero tú tienes cabellos de color oro. Cuando me hayas domesticado, ¡Será maravilloso! El trigo dorado me recordará a ti y amaré el ruido del viento en el trigo..”


<<He aquí mi secreto. Es muy simple: No se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos>>