En víspera de comenzar la semana, y ayer domingo decidiendo sobre cuál era lamejor forma de concluirla… qué mejor manera que con unapelícula basada (quién sabe) en hechos reales. ¿La elección? DIAMANTES DE SANGRE.
Para todos aquellos que no hayáis tenido la oportunidad de disfrutarla, únicamente os adelantaré la trama. Sita en 1999 en pleno conflicto bélico, entre el Gobierno de Sierra Leona y los rebeldes.Nos ofrecen la versión de cómo el ser humano es capaz de hacer cualquier cosa por alcanzar un objetivo. Enese caso: “los Diamantes”.
Este film se basa en el caos y en la Guerra Civil donde las piedras preciosas se encuentran dentro de la zona de conflicto, las cualesson vendidas para financiar la propia guerra. De ella puede extraerse cómo unEstado es capaz de vender armas a los rebeldes (Consigue Diamantes) y ayudar al gobierno (Concesiones de petróleo) a combatir contra los rebeldes.
Y todo esto que os estoy contandosobre los diamantes, por qué no trasladarlo a la actualidady realizar un símil con las preferentes.¿Hasta qué punto hemos llegadoque dicha situación ha estado a punto de cobrarse una vida?.
Alimentando mi activa ignorancia que me obliga a aprender cada día,he leído en la prensa “salmón” cómo un policía ha estado a punto de llevarse por delante a un antiguo trabajador de la hoy nacionalizada Bankia.¿El móvil de este caso?:la mala colocación de las ya citadas preferentes. ¿Dónde ésta el origen? ¿qué fue primero: elhuevo o la gallina? ¿Acaso el fin justifica los medios?Retrocedemos siglos para volver al conocido dicho “ojo por ojo, diente por diente?
De acuerdo.Ha habido mala praxis. Pero ello no justifica que tengamos que tomar la justicia a nuestro antojo. Desnudemos el problema y cada uno valoremos dónde ha estado elorigen y quiénes son los culpables.
¿Que son las preferentes?
Una participación preferente es un producto financiero. El objetivo es la compra de deuda de una compañía. Cuando dicho cliente compra este tipo activo, automáticamente se está convirtiendo en acreedor. La preferente es un vehículo perpetuo, es decir: no tiene fecha de vencimiento; sólo el emisor tendrá el derecho de recompra o amortización anticipada.
Volvemos a lo de siempre: presto un dinero al banco, caja de ahorros, etcétera, con el derecho de recibir un alto rendimiento o cupón anual. Entonces, ¿cuál es la diferencia entre un depósito y una preferente? El primero, el deposito, tiene un vencimiento mientras que la participación preferente es perpetua. Y... ¿qué gano a cambio? una atractiva rentabilidad.
Las participaciones preferentes, también tienen claúsulas en las que si la entidad no obtiene beneficio, ese año no paga el cupón. Y qué decir tiene si las entidades son rescatadas. Entonces: ¿quiénes son los culpables? ¿los ahorradores por su avaricia en los mercados?
¿CULPABLE?
Mi abuela siempre me decía que “no dan duros por pesetas”. Es decir: toda rentabilidad siempre lleva implícito un riesgo. Por ello, a mayor rentabilidad, mayor es el riesgo. Como ya hemos indicado anteriormente, hasta los depósitos son activos de riesgo (¡estamos comprando deuda, forman parte del balance de la entidad!).
¿Donde ésta el Problema?
El problema deriva en que las preferentes no es un producto para todos los perfiles de inversores y éstas se han vendido como “churros”. Como algo seguro, con liquidez diaria. Y cómo hemos llegado a la situación de que hasta los pensionistas han invertido sus ahorros en estos productos perpetuos?
Como decíamos antes, ha habido malas praxis, seguimos teniendo desconocimiento de los productos que se han vendido y que se han colocado a prácticamente cualquier cliente, sin tener en cuenta sus necesidades, ni conocer qué perfil inversor tiene. El principal objetivo ha sido llegar a alcanzar el 100% de los objetivos...
Como siempre, para saber más,... PREFERENTES DE SANGRE II