lunes, 27 de mayo de 2013

PREFERENTES DE SANGRE

En víspera de comenzar la semana, y ayer domingo decidiendo sobre cuál era lamejor forma de concluirla… qué mejor manera que con unapelícula basada (quién sabe) en hechos reales. ¿La elección? DIAMANTES DE SANGRE.

Para todos aquellos que no hayáis tenido la oportunidad de disfrutarla, únicamente os adelantaré la trama. Sita en 1999 en pleno conflicto bélico, entre el Gobierno de Sierra Leona y los rebeldes.Nos ofrecen la versión de cómo el ser humano es capaz de hacer cualquier cosa por alcanzar un objetivo. Enese caso: “los Diamantes”.

Este film se basa en el caos y en la Guerra Civil donde las piedras preciosas se encuentran dentro de la zona de conflicto, las cualesson vendidas para financiar la propia guerra. De ella puede extraerse cómo unEstado es capaz de vender armas a los rebeldes (Consigue Diamantes) y ayudar al gobierno (Concesiones de petróleo) a combatir contra los rebeldes.

Y todo esto que os estoy contandosobre los diamantes, por qué no trasladarlo a la actualidady realizar un símil con las preferentes.¿Hasta qué punto hemos llegadoque dicha situación ha estado a punto de cobrarse una vida?.

Alimentando mi activa ignorancia que me obliga a aprender cada día,he leído en la prensa “salmón” cómo un policía ha estado a punto de llevarse por delante a un antiguo trabajador de la hoy nacionalizada Bankia.¿El móvil de este caso?:la mala colocación de las ya citadas preferentes. ¿Dónde ésta el origen? ¿qué fue primero: elhuevo o la gallina? ¿Acaso el fin justifica los medios?Retrocedemos siglos para volver al conocido dicho “ojo por ojo, diente por diente?

De acuerdo.Ha habido mala praxis. Pero ello no justifica que tengamos que tomar la justicia a nuestro antojo. Desnudemos el problema y cada uno valoremos dónde ha estado elorigen y quiénes son los culpables.

¿Que son las preferentes?

Una participación preferente es un producto financiero. El objetivo es la compra de deuda de una compañía. Cuando dicho cliente compra este tipo activo, automáticamente se está convirtiendo en acreedor. La preferente es un vehículo perpetuo, es decir: no tiene fecha de vencimiento; sólo el emisor tendrá el derecho de recompra o amortización anticipada.

Volvemos a lo de siempre: presto un dinero al banco, caja de ahorros, etcétera, con el derecho de recibir un alto rendimiento o cupón anual. Entonces, ¿cuál es la diferencia entre un depósito y una preferente? El primero, el deposito, tiene un vencimiento mientras que la participación preferente es perpetua. Y... ¿qué gano a cambio? una atractiva rentabilidad.

Las participaciones preferentes, también tienen claúsulas en las que si la entidad no obtiene beneficio, ese año no paga el cupón. Y qué decir tiene si las entidades son rescatadas. Entonces: ¿quiénes son los culpables? ¿los ahorradores por su avaricia en los mercados?

¿CULPABLE?

Mi abuela siempre me decía que “no dan duros por pesetas”. Es decir: toda rentabilidad siempre lleva implícito un riesgo. Por ello, a mayor rentabilidad, mayor es el riesgo. Como ya hemos indicado anteriormente, hasta los depósitos son activos de riesgo (¡estamos comprando deuda, forman parte del balance de la entidad!).

¿Donde ésta el Problema?

El problema deriva en que las preferentes no es un producto para todos los perfiles de inversores y éstas se han vendido como “churros”. Como algo seguro, con liquidez diaria. Y cómo hemos llegado a la situación de que hasta los pensionistas han invertido sus ahorros en estos productos perpetuos?

Como decíamos antes, ha habido malas praxis, seguimos teniendo desconocimiento de los productos que se han vendido y que se han colocado a prácticamente cualquier cliente, sin tener en cuenta sus necesidades, ni conocer qué perfil inversor tiene. El principal objetivo ha sido llegar a alcanzar el 100% de los objetivos...
 

Como siempre, para saber más,... PREFERENTES DE SANGRE II

lunes, 20 de mayo de 2013

¿CUESTA GANARSE LA VIDA?


Una vez más, me encuentro preparando las maletas para mi regreso a la capital de España tras un fin de semana agotador pero especial, lleno de emociones y en el cual dos grandes amigos míos se daban el "sí quiero". En estos momentos multitud de imágenes y recuerdos te vienen a la cabeza. Por ello, me voy a tomar la licencia de compartir con todos vosotros una pequeña reflexión, dejando de lado los planes de pensiones, el ahorro y los fondos de inversión. 


Antes de acudir a la oficialización de la ceremonia,  decidí dedicar la mañana del sábado para mí. Compartir silencios y escuchar los ruidos internos. Qué mejor acompañante que un buen libro y una terraza soleada. Desde esa pequeña ventana uno puede observar no sólo estamos nosotros en el mundo sino que hay más personas a las cuales no conocemos, con sus problemas, inquietudes, miedos y sueños que cumplir. Pero, sobre todo, esa pequeña ventana te permite escuchar (que no ser cotilla, ojo).


((((((Hermetizado en uno mismo en la búsqueda del yo interno, del niño qué cada persona posee, "ese gran tesoro" que permite recuperar la memoria perdida de nuestros anhelos y la dirección de nuestras vidas.))))))))))


¿Tenemos que ganarnos la vida? ¿Debemos pagar un alto precio por vivir?¿Acaso estamos locos? Una frase frecuentemente utilizada hoy en día, es la de "Yo me gano la vida..." ¿Qué quiere expresar? ¿La vida es sufrimiento? El hecho de que una opinión la comparta mucha gente no es prueba concluyente de que no sea completamente absurda, afirma el señor Bertrand Russell.


Cada segundo, cada minuto, cada mañana que vivimos es un momento nuevo y único. Un momento que jamás volverá. En Psicología existe el principio de primacía aplicado a la fuerza de ventas el cual nos dice que no existen segundas oportunidades para crear una primera buena impresión. La ley de los 59 segundos; será muy fácil proyectar esa imagen pero muy difícil poder cambiarla. La que percibo en mi entorno, es que millones de personas (dícese los afortunados) van cada día a trabajar con tristeza y resignación para salir de su desgraciada circunstancia, sin otra esperanza que acertar "El Gordo", "La lotería de la Navidad" o "La Primitiva" para llegar por vía rápida a la felicidad. 


Créanme: los atajos rápidos NO existen. Eso se conoce como SUERTE y lleva implícita la aleatoreidad. Tal cómo viene se va, sin decirte adiós (y mucho menos sin mirarte a los ojos).
Anuncia un proverbio mahorí, que nadie en esta vida necesita ayuda para tener problemas. Dicho de otro modo, somos dueños de nuestro propio destino, de nuestras palabras y de las acciones que irán marcando nuestro camino. La complejidad de la vida de cada uno dependerá de si mismo, de la vocación, del estrés, del énfasis que pongamos en ella.
 
 
La madurez es un grado de firmeza, de visión, de capacidad... pero también de miedos, que no aparecen cuando eres niño, un niño con "sueños". Para muchos adultos, estos miedos proyectan equívocamente la inexperiencia o lo calificarán con el término "pájaros en la cabeza". Pero a ese niño, sin embargo, nada le importará más que alcanzar sus sueños, independientemente del grado de dificultad para conseguirlo. Si yo hubiese hecho caso a todas aquellas personas que calificaban mis metas y mis sueños de "pájaros en la cabeza", no me habrían permitido luchar por todo aquello anhelado. No soy de los que creen en la suerte por aleatoriedad, si no en la búsqueda de ella, creándola cada día con trabajo y esfuerzo. La vida no tiene que ser ganada, porque es ganada desde el momento en que nacemos y a partir de ahí, tenemos la oportunidad de hacer un camino: Nuestro Camino. No he llegado hasta aquí para observar cómo pasa la vida, ¿Y tú?


Para cerrar esta reflexión deseo compartir con vosotros un breve texto de Walt Whitman:


<<Quédate hoy conmigo,
Vive conmigo un día y una noche,
Y te mostraré el origen de todos los poemas.
Tendrás entonces todo cuanto hay de grande
En la Tierra y el Sol
Y nada tomarás ya nunca de segunda ni de tercera mano,
Ni mirarás por los ojos de los muertos.
Tampoco contemplarás el mundo con mis ojos,
Ni tomarás las cosas de mis manos.
Aprenderás a escuchar en todas las direcciones
Y dejarás que la esencia de la vida se filtre por ti>>

sábado, 11 de mayo de 2013

“CAMARERO, PÓNGAME UN PLAN DE PENSIONES”

Estimados compañeros de viaje, cuán tiempo os he hecho esperar para publicar finalmente este post sobre planes de pensiones (cuya promesa ya hace casi dos semanas en las que señales de vida eran inexistentes y muchos de vosotros habréis dudado que “El Economista Endeudado”, se habría apalancado en la red). Sólo puede pediros disculpas por la momentánea desaparición por motivos profesionales, lo cual no es excusa y de ahí reiterar su compromiso por aquello que comenzábamos hace ya tiempo, éste nuestro rinconcito, y realizar publicaciones de interés semanalmente.


“CAMARERO, ¡¡PONGAME UN PLAN DE PENSIONES!!”

Oiga usted, ¿ahora nos va a vender un plan de pensiones?, “esto… perdóneme caballero; huele a campaña de Entidad, con grandes anuncios publicitarios cuyo slogan es una vez más la confianza y compromiso, pero ¿qué es para estos tipos perfumados y bien peinados la confianza?” (Afirma cualitativamente ese padre de familia, al cual le interesa-preocupa el futuro de su  Familia”.

Puestos ya en antecedentes, emocionalmente conectados con la situación, tengo la obligación de rebatir esa objeción. Esto no va sobre una entidad, sobre un producto empaquetado que os quiera vender vuestro Banquero o Bancario (En función si pertenece a la “Banca Retail o a la Banca Privada, o cómo algunos pronuncian “La Praive”), quienes sólo buscan cumplir sus objetivos comerciales independientemente de las necesidades que se demanden.

Olvidaos de ese Banco de tamaño grande, que constantemente os dice que son los mejores, los más guapos, que se preocupan por vuestras necesidades. Esto no habla de ello, va mucho más allá. Yo os hablo del AHORRO, para vosotros las personas, y de los vehículos más óptimos para ello. Aquí os presento con mucho gusto a los planes de pensiones (NO al “Plan  Banco… ahorro mix garantizado 2022”).

Es cierto que apenas hoy en día los planes de pensiones ofrecen beneficiosas ventajas fiscales en el momento de rescate (anteriormente permitían una reducción de su Base Imponible de hasta el 40% para una determinada cuantía), pero no olvidemos la verdadera y principal función de este vehículo que es el ahorro-inversión dirigido a cubrir una serie de contingencias determinadas.

El mecanismo es realizar aportaciones dinerarias anuales (hasta un máximo) al plan, para que en un futuro pueda rescatarse y utilizarse como complementariedad a la ya mencionada reducida pensión de jubilación.
Cómo ya comentábamos, los planes están adheridos a fondos de pensiones, los cuales deberán invertir con criterios de seguridad, rentabilidad, diversificación y horizonte temporal. La normativa impone una serie de limitaciones cuantitativas y restricciones a la hora de realizar las inversiones: deberá existir permanentemente un coeficiente mínimo de liquidez, los activos financieros deben ser contratados en mercados organizados y nunca se concentrará la inversión sobre un valor nominal en más de un 5%, atendiendo a los principios básicos de diversificación por activo y zona geográfica.

Los planes de pensiones poseen un único objetivo, que es ahorrar para la jubilación. De esta forma encontramos el inconveniente de la liquidez. No se podrá disponer del ahorro salvo cumplimiento de una de las siguientes contingencias:
  •  Alcanzar la edad de jubilación
  • Incapacidad laboral total y permanente.
  • Muerte del partícipe o beneficiario.
  • Dependencia severa.
Además existen una serie de supuestos excepcionales de liquidez en los cuales puede anticiparse su rescate, como son:
  • Desempleo de larga duración
  • Enfermedad grave.
Visto que es un plan de pensiones y lo que hay dentro de este vehículo perfecto para el ahorro, por otro lado, en cambio, habrá personas que prefieran seguir invirtiendo sus pequeños ahorros en los depósitos (a priori seguros) y esperar sentados en el sofá de su casa a recibir el esperado cupón. Esta forma de inversión algo arriesgada (quien diga lo contrario miente o desconoce los riesgos implícitos que conlleva realizar la imposición a plazo fijo como son: el riesgo de la propia entidad y el riesgo país) elimina el efecto de la capitalización en el tiempo y el diferimiento del impuesto, teniendo que tributar en el mismo ejercicio.

Añadir también, que estos vehículos no tienen por qué ser sustitutivos entre sí. Es más, son complementarios (siempre atendiendo al principio de diversificación del ahorro-inversión). Pero para esto, si quieren saber más, solo puedo deciros “Hasta la próxima amigos” y que hay una cosa que ya tenemos muy clara:

¡Qué importante es el ahorro!”