miércoles, 4 de diciembre de 2013

LA DAMA Y EL UNICORNIO







Ante la inminencia del diluvio, una criatura desconocida y extraordinaria pedía humildemente ser aceptada en el Arca. Aquel animal fabuloso de aspecto equino, antílope, con barba de “chivo” y un cuerno que sobresalía de su espesa crin en la frente, dejó enmudecido a Noé. Jamás había visto algo igual, tan excepcional e increíble al mismo tiempo, pero eran los libros antiguos, los que ya venían describiéndolo.

Cuenta la tradición que, una vez finalizado el diluvio, Noé envío al unicornio a comprobar si verdaderamente había bajado el nivel de las aguas. Cuán aquel maravilloso comenzó su aventura, al pisar con una de sus relucientes blancas y largas piernas,  comenzó a hundirse. Ante la cercanía de la muerte rogó a dios por su vida y éste lo transformo en un narval, dejándolo conservar “El Cuerno” como memoria de un pasado que desaparecería en el océano del tiempo.

Fantasía, cuento o fábula, el unicornio fue el ser mitológico por excelencia, tratándose de un animal mágico, de carácter noble, puro y espiritual. En cambio hoy en día son muchos los cuentos y fábulas que inundan nuestra vida, sustituyendo a ése maravilloso corcel que, muchos son los que dicen haberlo visto y pocos lo que verdaderamente alcanzaron la oportunidad.  La fábula de hoy; “Una Arquitectura Abierta en mi entidad”.

¿Cámara? ¿Listos? Acción!!. La nueva temporada de:”La que se avecina, en mi entidad financiera” ya ha comenzado, ¿Con qué nos sorprenderán nos preguntamos nuevamente?. Hay que reconocer que estos guionistas de la serie se exprimen continuamente su cocotera. En la primera temporada, allá por el siglo XVII nos sorprendieron con la “Tulipomanía”.

Temporadas no muy atrás, finalizado el capítulo; “Una nómina, una batería de seis piezas”, con el objetivo de seguir aumentando “share” (o cuota de pantalla), se les ocurrió la brillante idea de segmentar al telespectador, ofreciendo diferentes capítulos para distintos públicos en una banda (Banca) : “Personal”, “Premier” y “Privada” adaptando de esa forma su lenguaje.

La última temporada nos volvieron a sorprender con  un nuevo argumento; INDEPENDENCIA. Plasmaron dicho concepto a través de varios actores de reparto de “arquitectura abierta”, que ponían en escena la versatilidad de sus actuaciones.

Fuentes del sector comentan que la serie está perdiendo bastante cuota de pantalla, como consecuencia de un aumento y diversidad en la programación a través de series cómo: “Nacimiento de una EAFI”, “Consolidación de un agente financiero” o  “Banca Sostenible”. Yo cómo telespectador les recomendaría que se centren en su Core Capital: PÚBLICO; Valorando cuáles son sus necesidades.

Saliendo de  ésta fábula o cuento chino, trasladémonos a ésta, nuestra realidad. Cada vez son más las entidades financieras las que ofrecen los mismos productos sofisticados ( De ahí el concepto: Arquitectura abierta). Es una manera de ofrecer transparencia e independencia en la gestión del cliente. Para todos aquellos que desconozcáis el término, su misión está basada en ofrecer productos de otras entidades gestoras.

¿Entonces todas las entidades que ofrecen “Arquitectura abierta” son independientes? ¿Su gestión está enfocada al cliente? ¿O por lo contrario no son tan independientes y su gestión está enfocada a producto (Retrocesión)? Cómo dicen los Americanos “No Money No funny”. Obviamente la continuidad de cualquier empresa se sustenta en su cuenta de resultados, pero  el modelo de negocio puede estar basado en margen o rotación.

Con tantos intervinientes, vehículos, productos parecidos, cómo persona de a pié en éste mundo financiero, les contaré una pequeña impresión particular. El éxito de una entidad financiera debería apoyarse: CORE CAPITAL (CLIENTES) – COMMODITIES (ASESORES), ambos unidos; CONFIANZA y su gestión; enfocada a ofrecer soluciones frente a necesidades no sólo presentes sino también futuras.


La próxima vez que les digan que la chaqueta “British” de la entidad que le quieren ofrecer  es la mejor (a independencia del pelo engominado, su perfume o su  verborrea excelente) y que además antes de escucharles les ofrezcan un producto acuérdense de aquel “Unicornio” y que no les cuenten ningún cuento chino. Seguiremos hablando de ello. Mientras tanto que; “El último duro se lo lleve  otro”.

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