Empezamos a introducirnos en el opaco mundo de las “Participaciones Preferentes” a través de un símil que rescatábamos de la película “Diamantes de Sangre” en la cual, concluíamos cómo el ser humano es capaz de hacer cualquier cosa, por alcanzar los objetivos, aun a pesar de que el fin no justifica los medios. Una frase que no puedo olvidar y quiero compartir con todos vosotros es que para tener problemas, no hace falta pedir ayuda. Somos nosotros mismos las personas quienes complicamos las cosas.
Si únicamente nos ceñimos al término o concepto financiero del apreciado activo, lo definimos como “valores emitidos por una sociedad de carácter perpetuo” ¿Qué es eso de "carácter perpetuo"? Es perpetuo, dado que el sujeto poseedor de este apreciado título entrega una cantidad (un valor nominal), con el derecho de recibir anualmente una rentabilidad por un tiempo ilimitado, sin vencimiento.
Dicha cantidad del valor nominal tendrá carácter perpetuo en el tiempo y no podrá ser recuperada a no ser que exista previa negociación, contrapartida en el mercado o indicio de recompra de amortización anticipada por parte del emisor llamado “CALL” (ésta opción será ejecutada si le es más barato financiarse).
¿Si le es más barato financiarse? ¿Cómo se come esto?
Es muy sencillo: supongamos que una sociedad emite 10.000 títulos (“participaciones preferentes”) al 7%. pasados unos años la economía empieza a subir, llega un momento de bonanza y fluye el dinero y los tipos se caen al 3%. Es justo en este momento cuando a dicha sociedad le interesa ejecutar la opción de amortización anticipada porque le resulta más barato financiarse en el mercado que seguir pagando el cupón del 7%. En cambio, si se produce lo contrario: economía en recesión, la sociedad tiene pérdidas… digamos que no pagará el cupón.
Pero oiga usted, ¿Las Preferentes no pagan siempre cupón?
No. Su remuneración no está garantizada. Dependerá de la evolución de dicha sociedad. Ya aclaramos la semana pasada que si dicha sociedad no obtiene beneficios, no puede ofrecer rentabilidad y mucho menos la ofrecerá si está en concurso de acreedores o como dicen los Americanos: “Chapter 11”.
¿Entonces funcionan como las acciones: si hay beneficios reparten dividendos y si no, NO?
Podría ser una óptica de comparación perfectamente aplicable pero a juicio personal bastante alejada de la realidad. A diferencia que con las acciones tenemos un mercado muy líquido y sobre todo transparente. Como contrapartida, el mercado de preferentes no puede ofrecerme debido a su baja y escasa liquidez. Como dice mi abuela (disculpadme la insistencia), “no dan duros a pesetas”. Está claro que para obtener el 7% de rentabilidad del pago de cupón debo de asumir un riesgo. ¿Cuál es ese riesgo? La baja liquidez del producto, la perpetuidad y la probable no retribución. En la rentabilidad está el riesgo y para eso, existen distintos perfiles.
¿Es apto este producto para un pensionista que invierte todos sus ahorros?
Pues mire usted...Para eso que se vaya al Casino, que se la juegue todo al rojo o al negro. Por lo menos pasará un rato agradable y en función a qué casino le invitarán a una o dos copas. Las malas praxis han hecho que se hayan cometido auténticas barbaridades en nuestra sociedad. El cómo la ventas prevalecen por encima de las necesidades de las personas. Una Sociedad que, al igual que en nuestra mencionada película “Diamantes de Sangre”, el ser humano es capaz de hacer cualquier cosa por alcanzar los objetivos. En el caso de la venta de preferentes hablaríamos de los objetivos trimestrales de la oficina, del cómo lo único que importa es colocar producto independientemente de cuáles son esas necesidades, de si verdaderamente necesitan o no ese producto. Solo importa el margen o spread que deja a la oficina.
Una de las cosas buenas que nos ofrece esta crisis es que las cosas están cambiando. Hace años un banquero de oficina era un tipo perfumado y repeinado, que se creía que todo lo sabía y qué decir tiene el Señor Director de la aclamada oficina. Un señor con despacho que para poder hablar con él había que pedir audiencia. Pues bien señores, ahora todo eso va a cambiar… ¿Por qué?
Lo leeremos en el próximo capitulo titulado:
MAMA, YO DE MAYOR QUIERO SER BANQUERO!!!
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