La Real Academia de la Lengua
Española define la palabra Becario como "aquella
persona que disfruta de una beca para el estudio o el trabajo, en la cual
ejercita y pone en práctica conocimientos adquiridos".
Dícese de aquella persona con una
Licenciatura, Máster, MBA. Que sabe inglés, francés, alemán, chino, y japonés.
Con mundo y cultureta, que dedica todo su esfuerzo a poner a punto la
máquina…
La máquina fotocopiadora: cambiar
cartucho, solucionar problemas técnicos, etcétera, etcétera, etcétera. Son
también los nexos de comunicación entre los trabajadores y además, custodiamos
la valija.
Tenemos ganas de trabajar,
aportamos juventud, queremos seguir aprendiendo sin importar las ganas que
tenemos de entrar como un elefante en una cacharrería. Hablemos claro:
¡HACERNOS ESCUCHAR!
Nadie ha dicho que fuera fácil
(¡tampoco queremos que nos lo regalen!): hay ojos de halcón por todos lados,
siempre observándote o escuchando lo que dices, haces o dejas de hacer. ¡Qué
presión!
¿Cuál es el secreto para que
dejen de llamarte becario y dejar de ser el ingeniero de la fotocopiadora y el
vigilante de la valija por el resto de tu beca?
HAY QUE ESTAR PREPARADO. En
cualquier momento todo cambiará.
Un compañero, mentor pero sobre
todo gran amigo me comparó con Daniel Larusso
(sí, el de Karate Kid). En la película, el protagonista quiere
aprender y pelear. Sin embargo, el profesor Miyagi lo puso a limpiar coches y le
dijo: “dar cera, pulir cera”. El joven e intrépido Daniel, no entendía por qué
le había dicho esto. Sólo quería pelear y demostrar lo bueno que es peleando.
En cambio su profesor le transmitió paciencia, serenidad, esfuerzo, trabajo y
dedicación. ¿Por qué?
Es muy sencillo:
todo en la vida llega, todas las oportunidades llegan a nuestro alcance. Hay
que estar PREPARADOS.
Continuaremos el
lunes, muchas gracias a todos y ¡buen fin de semana!
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